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El turismo: una oportunidad para el desarrollo económico de las zonas rurales (Parte 2)

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Autora: Coralie Marti
País: Francia

III. Hipótesis, riesgos y externalidades

El objetivo central de la intervención de los inversionistas para apoyar el desarrollo del turismo rural suele ser generar ingresos adicionales para la población local, involucrándose en el desarrollo del turismo a través de la creación y la comercialización de productos turísticos. La mayoría de las veces, el desarrollo de estos productos  es financiado mediante subvenciones, contribuciones en especie y microcréditos. 

Sin embargo, en ocasiones, el fracaso de este tipo de iniciativas se debe a la falta de consideraciones, sobre todo al momento de diseñarlas. Muchos de los proyectos iniciales financiados por inversionistas para desarrollar el turismo rural han llevado a un cambio radical en el modo de vida de los habitantes, con una triple consecuencia: la creación de nuevas desigualdades, la perturbación del equilibrio de la comunidad y la intensificación de los daños al medio ambiente. 

Algunos proyectos han tomado medidas para reducir las externalidades negativas con acciones como las siguientes: 

  • Apoyar la diversificación de las actividades más allá de la hotelería y los servicios de alimentos, ya que estas solamente benefician a un pequeño número de personas. Otras actividades que se pueden implementar son iniciativas de rescate de la producción agrícola local con fines turísticos (festivales temáticos, abastecimiento de los hoteles con productores locales, etc.) y la creación de actividades complementarias de ocio que requieran poco capital (visitas guiadas comunitarias, talleres de gastronomía, actividades de descubrimiento de ciertos aspectos del modo de vida local, servicios relacionados con el bienestar, etc.). 
  • Considerar medidas de limitación o de gestión de conflictos de uso de los recursos, como la priorización del agua para uso agrícola, el número límite de visitantes por día, el acceso de los residentes a infraestructura y servicios turísticos, como transporte subvencionado. 
  • Utilizar una parte de los ingresos del turismo para financiar las inversiones de interés público y la protección del ambiente (impuestos de viaje, derecho de entrada en una zona natural protegida, etc.). 
  • Sensibilizar a los residentes y turistas respecto a prácticas ambientalmente sostenibles, la recepción de visitantes y el respeto del modo de vida local. 
  • Involucrar a toda la cadena de valor en el proyecto con el fin de maximizar el impacto en la vida económica local (por ejemplo, facilitar la compra de artesanías o el abastecimiento de los restaurantes con productores locales). 
  • Apoyar el desarrollo de ofertas gestionadas por profesionales del turismo (alojamiento, deportes de aventura, transporte, etc.) y acordes con los estándares de comercialización de los operadores turísticos. 
  • Obtener el apoyo de asociaciones y cooperativas locales capaces de ganarse la confianza y de involucrar a la población. 
  • Establecer un compromiso a largo plazo y capacitar a las personas con el fin de garantizar la perduración de la dinámica creada por la intervención. 

Las estrategias que buscan el desarrollo del turismo en entornos rurales se concentran cada vez más en el financiamiento de grandes proyectos de infraestructura pública, los cuales son considerados un prerrequisito para ofrecer un ambiente propicio a la llegada de turistas y acelerar la iniciativa privada. Por ejemplo, mejorar la accesibilidad, la gestión de residuos y el abastecimiento de agua de un destino contribuye a volverlo más atractivo, lo cual anima a los habitantes a desarrollar productos turísticos.

En efecto, el desarrollo turístico no puede ser sostenible si no responde a una demanda y se basa en un modelo económico sólido. Por un lado, las expectativas de los visitantes en términos de seguridad, comodidad y calidad y, por otro lado, el potencial de mercado de un destino, de un producto o de una actividad, deben estar en el centro del diseño de cualquier intervención. Con el objetivo de hacer el turismo más sostenible, es necesario mantener un nivel elevado de satisfacción entre los turistas, así como asegurar que los productores de servicios turísticos cuenten con los medios para producirlos y comercializarlos. Una forma de lograrlo, por ejemplo, es garantizando el abasto de electricidad o el acceso a las telecomunicaciones. 

Por todas estas razones, un análisis estratégico profundo que identifique las hipótesis y los prerrequisitos para el buen desarrollo de la lógica de intervención es primordial al momento de diseñar un programa de apoyo al desarrollo del turismo rural. Además, este análisis debe identificar las externalidades negativas posibles del desarrollo turístico. Un análisis como este requiere la coordinación entre los otros actores, de manera que las estrategias sean complementarias y se gestionen los cambios creados por el desarrollo del turismo en el entorno rural. Las estrategias de intervención deben tomar en cuenta la sostenibilidad y los cambios inducidos por el turismo en las sociedades rurales.

IV. Definición de los indicadores de monitoreo y evaluación 

La definición más aceptada de turismo sostenible es la propuesta por la Organización Mundial del Turismo (OMT) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en su reporte conjunto “Por un turismo más sostenible. Guía para responsables políticos”, en donde se define como “el turismo que tiene plenamente en cuenta las repercusiones actuales y futuras, económicas, sociales y medioambientales para satisfacer las necesidades de los visitantes, de la industria, del entorno y de las comunidades anfitrionas.” Y establece que el turismo sostenible debe:  

  • Dar un uso óptimo a los recursos medioambientales, que son un elemento fundamental del desarrollo turístico, manteniendo los procesos ecológicos esenciales y ayudando a conservar los recursos naturales y la diversidad biológica. 
  • Respetar la autenticidad sociocultural de las comunidades anfitrionas, conservar sus activos culturales y arquitectónicos y sus valores tradicionales, y contribuir al entendimiento y la tolerancia intercultural. 
  • Asegurar unas actividades económicas viables a largo plazo, que reporten a todos los agentes, unos beneficios socioeconómicos bien distribuidos, como oportunidades de empleo estable y de obtención de ingresos y servicios sociales para las comunidades anfitrionas, y que contribuyan a la reducción de la pobreza. 

El monitoreo y la evaluación (MyE) en el sector turístico tienen un campo de aplicación potencial muy vasto y complejo. Actualmente, los modelos de MyE del turismo se enfocan en la medición de las siguientes dimensiones: 

  • El efecto económico de los turistas que visitan el destino, el cual se registra a través de sus gastos durante el viaje. Estos incluyen el alojamiento, la alimentación, el transporte, las actividades y las compras, entre otros bienes y servicios consumidos. El gasto turístico total fluctúa en función del número de noches, del tipo de turista y del tipo de producto turístico, de la duración del viaje, entre otros. La relación “gastos por noche” constituye un indicador importante para apreciar la eficacia económica de la actividad turística en el territorio. La tasa de ocupación y el ingreso por habitación tienen la misma importancia en cuanto a las infraestructuras de alojamiento. Los modelos más complejos también permiten, con ayuda de multiplicadores, evaluar las repercusiones económicas directas, indirectas e inducidas por los gastos turísticos en el territorio. 
  • La creación de empleo es un componente principal de la eficacia social de la actividad turística en un destino. Medir el empleo requiere de información, como el número de empleados, su nivel de educación y sexo, el nivel de estabilidad de los empleos, entre otros. El resultado del indicador “empleo por noche” depende del tipo de producto turístico, de su nivel de calidad, precio y comodidad, así como del tamaño de las instalaciones, entre otras características. 
  • La calidad es una consideración clave y un factor de competitividad de los destinos turísticos. Algunos países han establecido normas e indicadores de calidad para la industria turística y sus subsegmentos, tales como el alojamiento y la capacitación. La medición de calidad de la oferta en un destino también puede basarse en las percepciones de los turistas, con ayuda de indicadores de satisfacción. 
  • Recientemente, los responsables comienzan a interesarse también en las presiones que el turismo provoca en el ambiente. El turismo, como cualquier actividad humana, ocupa espacio, altera el paisaje y los usos del suelo, consume recursos ambientales, como el agua y la energía, y produce residuos de diferentes maneras. La medición de estos elementos debe ser parte de la evaluación de los efectos del turismo, tanto como los indicadores que buscan medir sus aspectos positivos. Esta dimensión tiende a ser cada vez más importante debido a las exigencias de las poblaciones locales, pero también de cierto sector del mercado turístico que desea consumir de manera más sostenible. 

Por último, es útil comparar regularmente los resultados obtenidos con los de otros destinos similares con el fin de identificar las diferencias en el desempeño y de tomar inspiración de las mejores prácticas de otros destinos para mejorarlos. 

Referencias

PNUMA, OMT (2006) “Por un turismo más sostenible. Guía para responsables políticos” Disponible en  https://www.e-unwto.org/doi/book/10.18111/9789284408214  (consultado el 13 de julio de 2021).  

Holland, J; Burian, M; Dixey, L. (2003) “Tourism in Poor Rural Areas Diversifying the product and expanding the benefits in rural Uganda and the Czech Republic” en Pro-Poor Tourism Working Paper No. 12. Disponible en https://www.researchgate.net/publication/238088185_Tourism_in_Poor_Rural_Areas_Diversifying_the_product_and_expanding_the_benefits_in_rural_Uganda_and_the_Czech_Republic (consultado el 29 de enero de 2021).  


Coralie Marti es una consultora en MyE especializada en el desarrollo de proyectos de cultura y turismo y en el desarrollo de estrategias territoriales y de gestión. Coralie ha participado en PRiME como facilitadora del curso de Fundamentos de MyE 1 online.

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